La primera referencia de un ascensor aparece en las obras del arquitecto romano Vitruvio, quien sostuvo que Arquímedes construyó el primer elevador, probablemente en el año 236 a.C. Fuentes literarias de épocas posteriores mencionan ascensores compuestos de cabinas sostenidas con cuerda de cáñamo y accionadas a mano o por animales.
El ascensor tal y como lo conocemos hoy tuvo sus inicios en los años 1800, era propulsado por vapor dentro de cilindros que elevaban la cabina. Para bajar simplemente se abría una válvula y por acción de la gravedad la cabina bajaba.
En 1851, Waterman inventó el primer prototipo de montacargas. Se trataba de una simple plataforma unida a un cable, para subir y bajar mercancías y personas.
En 1853, Elisha Graves Otis participa de una exposición en el New York Crystal Palace mostrando un ascensor con "freno de emergencia" que evitaba la caída de la cabina aun luego de romperse los amarres que la mantenían en posición, marcando un hito en la historia del ascensor.
En 1857, el primer ascensor de pasajeros Otis entró en operación en un almacén de la ciudad de Nueva York y diez años mas tarde los hijos de Elisha fundan Otis Brothers and Company en Yonkers, Nueva York, para comenzar la producción en masa de ascensores. Varios otros modelos de ascensores aparecen en escena: a tornillo, hidráulicos, etc.
León Edoux fue el primer el utilizar el término "ascensor", además de que en 1867 contribuyó al desarrollo de este, con su invento llamado "ascensor hidraúlico de columna", lo presentó en la Exposición Universal de París. En 1889, Edeux instaló en la torre Eiffel un gran ascensor capaz para recorrer 160 metros de carrera ascendente, este sistema de mantuvo hasta 1984.
El primer ascensor eléctrico fue construido por el alemán Werner von Siemens en 1880, cuando este colocó un motor eléctrico en la parte inferior de la cabina. Desde este invento la tecnología de motores y controles de ascensor se desarrolló rápidamente. En 1889 hace su aparición el ascensor con motor eléctrico y reductor, haciendo posible el desarrollo de edificios mas altos al poder transportar pasajeros a mas altura.
A comienzos de 1900 aparecen los cables de acero en la tracción de un ascensor, en mecanismos con poleas de desvío y contrapeso.
En 1903 el diseño evoluciona hacia el ascensor sin reductor y motor de corriente continua acompañando la construcción de edificios de mas de 100 pisos de altura. Los controles de los ascensores comienzan a hacerse mas complejos permitiendo hacer los viajes mas confortables al agregar velocidades intermedias de nivelación y la interconexión de varios ascensores en grupo.
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